PARATIROIDECTOMIA
Llamamos paratiroidectomía a la técnica quirúrgica que tiene como finalidad la extirpación, total o parcial, de las glándulas paratiroides. Éstas son cuatro glándulas, situadas en la cara posterior de la glándula tiroides, y cuya función es la producción de una hormona, la PTH, encargada de la regulación del metabolismo del calcio.
La causa más frecuente de intervención es el aumento de dicha hormona o hiperparatirodismo, o la presencia de un aumento de tamaño de dichas glándulas, que no mejora con tratamiento médico o que presenta algunas características que aconsejan su extirpación, como puede ser la sospecha de un tumor maligno.
También, el hiperparatiroidismo puede aparecer acompañando a otras enfermedades o síndromes más complejos, por lo que, dentro del tratamiento de los mismos, se puede contemplar la extirpación de las glándulas paratiroides.
La paratiroidectomía puede ser parcial, extirpando sólo alguna de las cuatro glándulas, o total, extirpando las cuatro. En este último caso, será necesaria una medicación sustitutiva de forma continuada para conservar la función que realizaban las glándulas antes de la operación.
La intervención se realiza bajo anestesia general, a través de una incisión que se practica de forma horizontal, a unos tres centímetros de la base del cuello, siguiendo un pliegue cutáneo natural para conseguir que la cicatriz sea lo más estética posible. En algunos casos es necesario extirpar los ganglios cercanos a la glándula durante la misma intervención, por lo que puede ser necesario ampliar la incisión mencionada.
Después de la intervención será necesario hacer, de forma seriada, controles de los niveles de calcio en sangre, para evitar complicaciones. Si los niveles son bajos o hay signos de entumecimiento, parastesias o calambres, será necesario instaurar tratamiento médico, lo antes posible.